Si no te mueves no sucede nada.
Nada más que el paso continuo e intermitente
De los ciclos de la vida.
Si no haces algo por ti, parecerá que nada cambia.
Pero si haces algo, puede no solo cambiar tu vida, sino también la de los demás.
Porque una simple acción, puede alterarlo todo.
Así, como un número de más en un cálculo, el cual dará como resultado, algo totalmente distinto.
Es muy simple, ¿lo puedes ver?
Por eso hay que pensar y medir nuestras acciones.
Todo lo que hagamos tiene influencia.
Podemos cercenar la armonía de las cosas, como también resolver el más grande de los problemas.
La raíz se encuentra en tus intenciones.
En la razón de ser que guíe y comande tus acciones.
Puedes equivocarte, yo lo hice y más de una vez.
Pero el camino se halla tras rectificar esos errores.
Es por eso que debes moverte, a tu ritmo, sin apuros, con cautela.
Sabiendo que puedes perder, pero teniendo el ánimo y la fe, para insistir y seguir intentando de nuevo.
Entonces, ya sabes que vas hacer?