Me olvidé de tantas cosas
Que ya no sé cómo llorar.
Ya no me asusta la falta de aire
La piedra en el pecho, la apnea.
Me olvidé de tantas cosas
Que ya no sé cómo sentir.
No sé estimulan los receptores
La piel no se eriza, la sangre no corre.
Me olvidé de tantas cosas
Hasta incluso, de mi.
Me olvidé de tantas cosas
Y solo una de ellas
Se quedó en mi.
No sé si llamarla amor
Pero es la única pieza
Independiente en sí misma
Que no necesita de nada más
Para seguir.
Una vez que nace, nunca muere.
Me olvidé de tantas cosas
Pero nunca de ti