No tienes que explicarles el porqué.
Te sientes mal y eso está bien.
Habrá momentos en los cuales puedas predecirlo y encontrar en tu bolsillo algún reparo.
Cómo también instancias en dónde desconozcas las causas del vacío.
Déjate ser, recuerda que hasta lo perfecto es imperfecto en sí mismo.
Que la persona más exitosa es la que se levantó y supo aprender de sus caídas.
Cuando no encuentres la respuesta, dedica tu tiempo en otra cosa, siéntate en una coma, tomate una pausa.
No dejes que el tiempo te maneje, ni mucho menos que el mundo te apure.
Las cosas más fantásticas nacen de los hechos más insignificantes. Esos que pocos observan.
No dudes nunca de ti.
No creas que tus sueños no valen nada.
Eres mucho más de lo que crees.
Y si crees en ello, lo lograrás ser.