LAS MUJERES Y SUS CUERPOS
LOS CUERPOS CON ÚTERO Y SUS PROCESOS SEXUALES
LOS PROCESOS SEXUALES Y LAS POSIBILIDADES DE ELEGIR COMO TRANSITARLOS
¿ACASO NO ES DENTRO DE NUESTROS CUERPOS DONDE SUCEDE TODO?
¿Y COMO ES QUE ESTAMOS TAN DESLIGADES DE LA DECISIÓN?
¿CUÁNTA TEORÍA DISCURSIVA ATRAVIESA ESTA CORPORALIDAD QUE NOS DESCONECTA TANTO DE ESE PULSO VITAL?
Siento necesario contextualizar. Recuperar la historia y el entramado social y político para
poder comprender cómo llegamos a este periodo de tiempo. Porque el feminismo sale a reclamar por el derecho a elegir sobre nuestros cuerpos y denunciar así las políticas religiosas que los han condenado y privado a los mismos de sus derechos por años.
Vivimos en Argentina y recordemos que nuestro territorio fue colonizado. Españoles católicos fueron quienes forjaron mucho del legado que hoy en día vamos desentramando tanto política como socialmente, y está claro también que en términos de educación.
Pensar es una de las maneras de poder conquistar nuestra libertad.
Las raíces de los pueblos que habitaban este territorio, sus prácticas y costumbres, fueron arrasadas por los colonizadores o por lo menos la mayoría de ellas. Y quedamos así completamente perdides y desprovistes de imaginario colectivo que nos devuelva y recuerde.
Algo de lo que me gustaría recordar es que casi todas las prácticas del control de la natalidad fueron por milenios gestionadas por y entre mujeres. Doulas y Parteras acompañaron, sostuvieron y resolvieron entre ellas, acompañando y compartiendo estos eventos de su sexualidad de forma integral y cuidada.
Ahora bien, ¿Qué fue lo sucedido en nuestras tierras y en nuestro linaje que ha distorsionado estas prácticas?
La inmigración europea que llegó a estas tierras, tuvo como tarea invisibilizar y aniquilar la diversidad de razas, costumbres y culturas que existían y existen en este territorio.
En toda Latinoamérica (ABY AYALA para esos entonces) aconteció un proceso de aniquilación llamado EXTIRPACIÓN DE IDOLATRÍAS, a través del cual profundizaron el saqueo y exterminio, y quienes principalmente fueron perseguidas fueron las mujeres. Ellas mismas lideran los movimientos de resistencia políticos a esta conquista, las prácticas ancestrales de las propias comunidades, la gestión de sus cuerpos y sexualidades, eran los eventos que ellas protegían. La búsqueda de evangelizar a todos en la doctrina cristiana, creyente de un dios monoteísta.
En paralelo a lo que sucedía en territorio europeo, el momento histórico nombrado como la Santa Inquisición, o como también podemos llamarlo, la caza de brujas. La conquista de la religión cristiana por sobre las prácticas y cuerpos de miles, principalmente mujeres.
En el territorio Argentino sucedía un proceso que tenía como objetivo comenzar a ejercer el control necesario para organizar una raza nacional. La que ellos deseaban, quienes tenían el poder. Como si fuéramos un territorio vacío, desprovisto de vida.
Existieron en esos tiempos propuestas políticas, denominadas, eugenésicas, a las cuales las mujeres de la época fueron sometidas y teniendo en cuenta que, en esos tiempos sus deseos no tenían voz,dichas prácticas fueron concretadas.
La eugenésica responde a una filosofía social de organización que desarrolla la necesidad imperativa de mejorar los rasgos hereditarios. Podemos hacer referencia al nazismo como otro movimiento político llevado adelante bajo estas lógicas.
La búsqueda era organizar una raza nacional, blanca, pura y eurocéntrica, Si, a la argentina se la buscaba convertir en la europa de sudamérica, y gran parte de todo eso termina teniendo éxito.
Los distintos dispositivos de poder sociales como las iglesias, las escuelas y hospitales comenzaron a dar instrucciones sobre qué implicaba ser mujer en esa época, cuáles eran sus tareas y su rol a cumplir en la sociedad. Lo que era esperado de ellas. Cómo debían construirse las familias. Y así es que la maternidad y la crianza comenzó a estar atravesada por decisiones políticas y sociales, claramente dictadas por varones, donde nuestros cuerpos eran meros envases de su visión a futuro, donde ellos manejaban la sociedad que deseaban crear.
Existió el lema de HAGA PATRIA, SEA MADRE.
Y ahí es donde me pregunto…
¿Cuántas Mujeres han dejado de lado sus sueños en pos de lo que la época les imponía? ¿De lo que se esperaba de ellas para ser aceptadas socialmente? ¿Cuántas de ellas han tenido al menos la posibilidad de preguntarse si era eso lo que querían?
¿Cuántas habrán rechazado eso? y ¿cómo las habrán tratado?
Recordemos y volvamos a contextualizar que la época de la que hago referencia era una donde las mujeres estaban bajo el tutelaje, primero de sus padres, luego de sus maridos. Tutelaje significa que todo lo que ellas quieran realizar en el ámbito público, en la sociedad, tenía que estar completamente supervisado y aprobado por los hombres de la familia. Estudiar, pensar, discutir, trabajar, opinar. Ellos eran los que le daban voz y lugar, si es que lo hacían, a accionar fuera de su hogar y con los demás.
Estos discursos imperativos de los roles a cumplir fueron naturalizando y enquistando ciertos mandatos y deberes a cumplir, para así tener un lugar, ser alguien.
Se naturalizó por completo que la función de la mujer era ser madre.
Ser madre comenzó a ser la labor a realizar para justamente eso mismo, realizarse ellas mismas.
Hacer patria.
Convertirse en las mujeres-madres que todos esperaban que sean.
Se las educaba para que fueran buenas madres, con manuales y directivas de médicos varones. Se las casaba con los mismos varones que les aseguraban una buena descendencia.
Y relegados quedaban una y otra vez sus deseos.
La influencia de la Iglesia Católica y toda su religión patriarcal, fue otro de los pilares,por no decir el principal, que sostuvo la gran colonización de nuestros cuerpos y nuestro deseo. El placer y derecho a decidir sobre nuestras vidas y cuerpos, quedaba completamente escondido bajo la moral católica.
¿Cómo configuraba la iglesia católica nuestra sexualidad? ¿Cuáles eran sus discursos al respecto?
Digo Iglesia Católica y se me viene la Santísima Maternidad. La iglesia nos trae uno de sus principales iconos, símbolos y figuras, la Virgen Maria. Una madre que no desea, que concibe sin acto sexual, embarazada por una paloma, se la considera blanca y pura, una madre que nunca se la ve inundada de sangre, ni leche, ni fluidos.
Parirás con dolor y otra tanda de discursos ha materializado esta institución sobre nuestras experiencias sexuales.
Quedando eliminado de nuestro imaginario colectivo la posibilidad de una sexualidad carnal, deseante y gozosa.
Dice Simone de Beuvour ¿Cuántos cuerpos se han embarazado en un conflicto entre ellas mismas y con ellas mismas, con bebés habitando sus cuerpos, de la misma forma en que un parásito está creándose dentro?
Simone entendía que las mujeres se vuelven prisioneras de un cuerpo que menstrua, gesta y pare y el hombre queda libre de todas estas sujeciones. Los síntomas de las gestaciones son síntomas de cómo la mujer se rebela a la naturaleza. Y esto nos da puntapié para pensar el rechazo que las mujeres generamos ante lo que nos condiciona, la experiencia de la maternidad como un ejemplo.
Entenderiamos un poco el fulgor del movimiento feminista en pos de que el aborto comience o mejor dicho, vuelva a considerarse practica de las mujeres como control de la natalidad.
Prácticas que durante siglos y siglos las mujeres resolvieron por su cuenta y gestionaron entre ellas.
Recordemos que en estas épocas existía también la resistencia…
Las sufragistas, una ola de mujeres feministas de la década de los 60-70 se rebelan contra estas prácticas. Ellas no admitían la subordinación, ni el tutelaje, de las mujeres hacia los varones. Apelaban al desarrollo del control de la fecundidad de forma autónoma- Y sobre todo son, quienes apuntan directamente a dar cuenta que el modelo de familia patriarcal era un lugar de opresión. Continuaron luchando para que nuestros derechos se modifiquen.
Y aparece así, el rol de la maternidad como una práctica política y la reivindicación de una sexualidad más allá de la reproducción.
Recordando a algunas de ellas, aparece la gran Dora Coledesky, feminista trotskista argentina, fundadora de la Comisión por el Derecho al Aborto en la postdictadura. Quien junto a la CDA el 25 de septiembre de 1993, convocA a una reunión preparatoria en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, siendo el germen de lo que en un futuro próximo sería la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Para que recién 17 años más tarde la interrupción del embarazo sea legal en el territorio argentino.
Sin tentación a generar culpa hacia las mujeres que vivieron en carne propia esos tiempos, y fueron madres bajo estas direcciones, nos traigo a reflexionar sobre las prácticas y mandatos impuestas.
Y si me interesa dar cuenta de cómo fueron las construcciones de nuestros cuerpos, como hijas, hijos, hijes de esa época.
Ser gestades, parides y criades en cuerpos que no deseaban hacerlo, trae consigo una carga de rechazo, tensión y profunda rabia, mucha de la que siento, ellas no han podido expresar.
Y eso se ve reflejado en nuestros cuerpos, en nuestras células, es parte de la historia de nuestra sexualidad, de nuestra construcción fisio-anatómica. Crecimos en cuerpos acorazados y sumisos, disponibles una vez más a la sumisión, ya que eso es lo que aprendimos, ya que es de ahí de donde venimos. Y así fue, años y años, construyéndose la sociedad de la que formamos parte.
Cuando hablamos de que la Maternidad será deseada o no será, hacemos referencia a que así como muchas de las que estuvieron antes que nosotras llegaron a la maternidad casi que por obligación, hoy nosotras tenemos la posibilidad de hacerlo distinto.
Germinando en nuestros hijos la semilla de la libertad, la elección, el deseo, el pulso del placer y el goce, las pieles calientes sosteniéndose entre sí.
Proporcionando un cuerpo materno disponible, no sin cansancio ni profunda entrega, pero un cuerpo materno que les recuerde que fueron deseados y que este mundo puede ser un espacio de disfrute.